Aumenta la preocupación por el mal estado de las vueltas de afuera

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Este tema no es nuevo y la preocupación se palpa en el ambiente ante la crecida del nivel del mar que pone el riesgo una zona muy concreta de San Fernando. Es por ello que el Ayuntamiento ya está promoviendo un frente común con los vecinos de las vueltas de afuera, y especialmente los de las viviendas que están más en peligro ante la posible subida, para visibilizar y denunciar el estado de degradación de estos elementos perimetrales de las salinas que no solo promueven la biodiversidad y la generación de actividad económica (acuicultura y salicultura), sino que sobre todo son infraestructuras defensivas frente a las consecuencias del cambio climático.

Tanto los residentes en las zonas en riesgo como el Consistorio isleño están empeñados en recordar que para la ciudad es de vital importancia que se tome conciencia del mal estado de estos elementos naturales por el enorme riesgo que supone su falta de conservación, que impide que cumplan su función como barrera y muro de protección de las viviendas y las personas que residen en las casas que limitan con esta zona, como la barriada de la Almadraba.

La alcaldesa, Patricia Cavada, ha dejado claro que “o se hace algo ya o podría provocar un grave riesgo para las viviendas y personas. Y no solo cuando llegue un nuevo temporal, que llegará, si no en cualquiera de las grandes mareas porque cada día se ve como llegan más cerca de las viviendas por esa falta de contención. Hay algunas zonas muy deterioradas de las vueltas de afuera que el agua sobrepasa ya sin problema”. Como ha recordado la regidora, “este problema cada vez es más grave y más acuciante, y por eso no es de recibo que las administraciones competentes no tomen medidas para remediar esta situación tan grave».

Por ello, y para poner remedio a este olvido y para buscar las soluciones a este problema, la regidora ha anunciado que se va a crear un frente común formado por el Gobierno de la ciudad y los vecinos y vecinas afectados, con quienes en estos días se va a sentar para acordar las acciones tanto institucionales como sociales que se van a emprender en esta reivindicación.

Cavada ha insistido en que para las ciudades es una obligación buscar su resiliencia en el actual contexto de lucha contra el cambio climático. Por eso, el momento de la puesta en marcha de esta actuación conjunta entre Consistorio y ciudadanía isleña no puede ser más estratégico, sobre todo porque este mismo mes de febrero el Ministerio de Transición Ecológica ha puesto en marcha a nivel nacional un Plan Estratégico de Humedales para la conservación y recuperación de estos, que va a acompañado de cantidades ya transferidas y que se van a seguir transfiriendo a las Comunidades Autónomas de los fondos europeos para ejecutar proyectos.

De hecho, según informó el propio Ministerio, se han transferido en 2021 a las comunidades autónomas un total de más de 120 millones de euros para la realización de proyectos relacionados con la mejora del conocimiento, conservación, gestión y restauración de humedales. «Está claro que se abre una oportunidad que estará en manos del gobierno de la Junta de Andalucía para solucionar este problema, y eso es justo lo que vamos a seguir pidiendo y exigiendo», ha dicho la regidora.

La alcaldesa ha vuelto a lamentar que “las vueltas de afuera son las grandes desconocidas por la opinión pública, pero también por los responsables de las administraciones que deben tomar las medidas para recuperarlas, y por eso no vamos a descansar hasta que nos escuchen y tomen medidas. Porque está en juego la seguridad de las personas y también un puntal del desarrollo económico de la provincia”. Como ha enfatizado ya en diversas ocasiones, “sin vueltas de afuera no habrá ni acuicultura, ni biodiversidad, ni parque natural, ni defensa para la ciudad”.

Recuerdan que la pasada primavera el Ayuntamiento isleño presentó alegaciones al borrador de la ‘Estrategia para la protección costera en la provincia de Cádiz ante el cambio climático’ que ha elaborado el Ministerio para la Transición Ecológica, porque no considera prioritaria la intervención en la Bahía de Cádiz pese a que expertos y organizaciones científicas califican esta zona como una de las más críticas ante la subida del mar.

Como ya se recogía entonces, no parece lógico que la Bahía de Cádiz y la ciudad de San Fernando, incluida la playa de Camposoto, no sean zonas de actuación prioritaria. A ese respecto, se recordó el estudio realizado por la asociación Climate Centre que apunta a que la Bahía de Cádiz es una de las zonas con mayor riesgo por inundaciones ante el cambio climático.

Progresiva degradación

El estado general de las vueltas de afuera es de paulatina y progresiva degeneración, y eso a pesar de que son las infraestructuras que configuran nuestro paisaje ecocultural, vertebran la organización de su geografía, nos protegen de la subida del mar ante el cambio climático, posibilitan una red de senderos para disfrute de la ciudadanía y generan espacios productivos de gran calidad y tradición gastronómica.

La falta de mantenimiento de estos elementos hace que se fragmenten y dejen de cumplir su función de control de la acción del mar, con el correspondiente riesgo para la población y la perdida irreversible de la actividad productiva.

De hecho, la Fundación Centro Tecnológico Acuicultura de Andalucía (Ctaqua) ya ha alertado de que hay que trabajar con el doble objetivo de conservar el entorno para su aprovechamiento y para protegernos del cambio climático, algo que es inminente, que ya está pasando hoy. Como apuntan, las estimaciones a 10 años apuntan a que el nivel del mar subirá 20 centímetros, lo que afectará a las viviendas de la barriada de la Almadraba de San Fernando y al sector de la acuicultura y la salicultura, actividades que desaparecerán en unos años si no se toma en serio esta cuestión.

Los vecinos y vecinas viven con una enorme preocupación. De hecho, esta es una lucha que los habitantes de la Almadraba mantienen hace mucho tiempo, porque la degradación de las vueltas de afuera se aprecia a simple vista, e incluso hay zonas en las que ya no hay casi ni recuperación posible. Como han apuntado ya varias veces, este asunto es urgente, como lo demostró el temporal que en la primavera de 2018 que les hizo ya sufrir las consecuencias a los vecinos. Por eso hay que actuar sí o sí en las vueltas de afuera, para dar seguridad al patrimonio de las 150 familias de la Almadraba y a las viviendas de toda la Ronda del Estero, cercana al humedal, que se sienten en peligro.

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