La verdad es que desde que Patricia Cavada (PSOE) es alcaldesa de San Fernando, el ataque a la cultura de la ciudad está siendo un constante despropósito, modificando o «modernizando» lo que cree oportuno o incluso eliminando obras de arte que no son de su gusto.
PLAZA DE LAS ESCULTURAS, SIN ESCULTURAS Y SIN SOMBRA
El primer ataque y el menos notorio es el que realizó a la plaza de las esculturas. En 2016, recién llegado al gobierno la socialista, se realizó una inversión menor del citado parque. No contenta con aquella remodelación que tiene un parque literalmente «abandonado», la alcaldesa de la ciudad optó por repartir los premios nacionales de escultura por las rotondas de le ciudad. Y aquellas esculturas que no fueran de su agrado se quedaron simplemente guardadas en una nave municipal.
Hubo algunos artistas que mostraron su rechazo ante tal jugada de la máxima autoridad de la ciudad. No obstante, y como es de costumbre, se hicieron oídos sordos para llegar al cometido socialista.
LA TUSQUETS SIN ÁNIMO DE SER REPARADA
Es en abril de 2018 cuando se desmonta definitivamente la barca colgante que existía en la obra de arte del prestigioso arquitecto Óscar Tusquets, Premio nacional de Diseño y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Dicen que se retiró por precaución ante los fuertes vientos. De lo que apenas se habló es de que los bomberos realizaron una intervención en la que se estabilizó la estructura, por lo que el riesgo de su caída era mínimo. No obstante, desde el ayuntamiento se decidió desmontar la estructura para proceder a una restauración de la misma. Cuatro años después, la barca sigue apilada en una nave municipal sin haberle realizado ninguna intervención por parte del Partido Socialista. «El interés de Cavada es poder eliminar toda la estructura completa de la rotonda en un futuro no muy lejano», aseguran desde los círculos mas cercano a la alcaldía. Lo que supondría que aquel viento de levante se tomó como la excusa perfecta para comenzar a desmantelar la obra de arte más cara e importante que tiene San Fernando de sus tiempos modernos.
ROTONDA DE LA FAMILIA
Una obra de arte de Salvador García que Patricia Cavada retiró del urbanismo municipal, «por no representar a los modelos de familias actuales». La verdad es que el autor del conjunto escultórico acepta incluir más elementos a la obra pero «no acepto que el original deba tocarse, aunque podemos incluir otros aspectos a la obra» asegura Salvador García.
¿Se sabe algo?. Sí. Que las obras de dicha rotonda terminaron bajo una intervención donde destaca el césped artificial. Y que en estos días se ha incluido un tótem, que se aseguran como jardín vertical, con la palabra Camposoto. Hay quien asegura del entorno de alcaldía «que el jardín vertical colocado es de flor artificial, ya que en las obras se eliminaron todo vestigio de riego automático en dicha rotonda». Esperemos que la eliminación de dicha obra de arte no suponga un jardín vertical que en cuestión de semanas pueda suponer una peor imagen para la ciudad de la que suponía una obra de arte dedicada a las familias tradicionales.
SAGRADO CORAZÓN Y AYUNTAMIENTO DE SAN FERNANDO
La eliminación del azulejo de la fachada del Ayuntamiento de la ciudad también fue un asunto polémico a la par que escandaloso. Tal vez lo más escandaloso no fuera en lo ideológico, sino la oportunidad que vio la primera autoridad de la ciudad para poner un rótulo modernista en la fachada de un edificio BIC saltándose el articulo 3.3 del PEPRICH. Un reglamento de urbanismo local que está intacto, a pesar de la promesa de reforma de la señora alcaldesa allá por 2014., cuando aun estaba en la oposición.
Como si cualquier ciudadano pudiera saltarse el PEPRICH. Como si los escaparates y fachadas de los establecimientos céntricos no estuvieran suficientemente restringidos por dicha norma urbanística.
La realidad es que costó 15.000 € poner las letras, y otros 15.000 retirarlas. Retirarlas ante lo que la Consejería de Cultura entendió como un ataque a la historia de la ciudad; y porque no decirlo, a la inteligencia de los ciudadanos que llegaron a calificar de horrorosa la propuesta no consensuada con la ciudadanía.
Y por qué no hablar de la escultura de Aniceto Marinas eliminada de la plaza del Rey para guardarla en la nave municipal. Pero no por el cumplimiento de la ley de memoria histórica, si no por que «no encaja con el modelo de plaza que vamos buscando», como aseguraba la alcaldesa de San Fernando.
Así las cosas, se han llegado a calificar de «Cavadallada» estos ataques a la historia, el arte, el urbanismo; y porque no decirlo, al medio ambiente de la ciudad. Pero eso da, para otro capítulo.