Convertir «La Magdalena» en un gran pulmón verde era una de las prioridades de la alcaldesa, Patricia Cavada y que se darían tras las obras de esta zona de San Fernando que se presentaban en su día como todo un reto medioambiental, y como la tarjeta de visita para todo aquel visitara la localidad. De todos es sabido que las citadas obras no han estado exentas de controversia, pero la polémica ahora radica en la eliminación de 150 ejemplares de árboles que ya existen en este emplazamiento.
Y todo esto es público. Un nuevo contrato del gobierno de Cavada explica con detalle cuál es la intención del mismo: ”extraer 150 ejemplares de diferentes árboles de La Magdalena para repartirlos en calle Buen Pastor, Carretera de la Batería de la Ardila, Avda. Constitución, Playa de la Casería y otros emplazamientos dentro de la localidad”.
No vamos a poner en tela de juicio el reparto de estos ejemplares por la ciudad, ya que la Agenda 2030 lo agradecerá; pero resulta que este trabajo, que tendrá un coste de 17.545 euros, hay que sumarlo al coste de la obra en sí; y que por cierto está a la espera del cambio del proyecto debido al estado de los suelos.
La pregunta que muchos se hacen es, ¿no estaban previstas estas labores?. Sí, pero no. Si nos remitimos al contrato que arrancará 150 árboles de la Magdalena asegura que «…según proyecto en ejecución el destino del arbolado allí localizado es a vertedero vegetal», por lo que es entendible que si estaba previsto. También se asegura que «en este sentido, dado que dicho arbolado de forma general, se encuentra en buen estado y puede ser objeto de trasplante, se considera como medida ambiental y en situación de emergencia climática, la recuperación de dicho arbolado…». Y no estaba previsto, porque como se asegura en más de una ocasión en el Plan Director de la Obra; por ejemplo en su página 31 establece el «mantenimiento y conservación de aquellos elementos vegetales existentes en la actualidad…».
No sabemos si ha sido un cambio de criterio de la primera edil de la ciudad, o si ha sido propuesto por el cambio del proyecto que ya se espera; pero la realidad es que poco se habla de esto. La obra de La Magdalena empieza a sumar cantidades a su factura total, con vecinos y comerciantes del entorno muy enfadados por lo que está ocurriendo y que siguen sin una solución a sus demandas.