Este miércoles, durante su audiencia general semanal, el papa Francisco compartió una opinión sorprendente en el seno de la Iglesia: instó a los curas a hacer homilías (sermón en el que se comenta una lectura del evangelio) que «no superen los ocho minutos» para que los fieles no se «duerman».
«La homilía debe ser corta. Una imagen, un pensamiento, un sentimiento. No debe superar los ocho minutos porque tras ese lapso de tiempo, se pierde la atención, la gente se duerme, y tiene razón. Así es como debe ser una homilía y eso es lo que quiero decirle a los curas que hablan tanto, tan a menudo, y no se entiende de lo que hablan», declaró el papa.
Bergoglio ya reconoció en 2017 que a veces se queda dormido mientras reza, algo que no le impide «santificar el nombre de Dios». «Yo también, cuando oro, a veces me quedo dormido,» confesó de manera natural el pontífice en una entrevista.